Estambul, capital de Turquia es una ciudad que destaca por diversos motivos, siendo uno de ellos els poseer una gran cantidad de mezquitas, que es una de las construcciones más hermosas que jamás podrás ver. Entre ellas unas de las más famosas hay que destacar es la mezquita de Santa Sofia o Hagia Sofia.
Por más de 500 años, esta fue la mezquita más importante de la ciudad conocida históricamente como Constantinopla. Fue una basílica ortodoxa, luego una mezquita y finalmente uno de los museos más importantes de la ciudad, que hoy podemos visitar y apreciar en toda su belleza y magnitud.
Construida en el año 360, hasta 1453 funcionó como la catedral principal de Constantinopla. Después, entre 1453 y 1934 fue una mezquita hasta que la secularización abrió sus puertas al público y se transformo en un museo que recoge distintas piezas de épocas remotas y orígenes muy variados en una de las zonas más ricas de la historia mundial.
Su domo la ha convertido en la mayor demostración de la arquitectura bizantina, y fue la catedral más grande del mundo hasta la culminación del proyecto de la catedral de Sevilla, y sin embargo Hagia Sophia es un punto bisagra en la historia de la arquitectura.
Los diseñadores de Santa Sofía fueron Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. Cubrieron la planta, casi un cuadrado perfecto, con la magnífica cupula central sostenida por cuatro arcos y cuatro columnas, dos semi cúpulas que funcionan como contrafuerte de la cúpula central y finalmente los muros abiertos.
La construcción se llevo a cabo sobre un edificio primitivo que funcionaba como “basílica de Constantino”. Para la época, el diseño de Santa Sofía era innovador, ya que combinaba técnicas conocidas par dar vida a una nueva forma estructural.
La influencia otomana enriqueció el exterior de la mezquita, con espolones, minaretes y contrafuertes que permitían a los muros abiertos mantenerse en pie. Está ubicada en una de las zonas más ricas para la historia y cultura de Estambul, y frente a ella encontramos otra imponente mezquita conocida como “Mezquita Azul”.
Si disfrutas la arquitectura y el arte religioso, entonces no puedes perderte los recorridos por el interior del museo Santa Sofía.