Tradicionalmente se ha considerado al hormigón como un material de construcción compuesto por : cemento, árido y agua.
Sin embargo, aunque en nuestros días todavía perdura esta idea, son ya muy pocos los profesionales del mundo de la construcción que no consideran al hormigón como el material de construcción por excelencia compuesto por los tres componentes anteriormente citados más un cuarto componente, indispensable en la mayoría de los casos, el aditivo de hormigon.
“Aditivos de hormigon son aquellas sustancias o productos que, incorporados al hormigón antes del amasado (o durante el mismo o en el transcurso de un amasado suplementario) en una proporción no superior al 5% del peso del cemento, producen la modificación deseada, en estado fresco o endurecido, de alguna de sus características, de sus propiedades habituales o de su comportamiento”.
El uso de los aditivos de hormigon se ha ido generalizando hasta el punto de constituir actualmente un componente habitual del hormigón. Sin embargo su empleo debe ser considerado cuidadosamente, siendo importante verificar cual es su influencia en otras características distintas de las que se desea modificar.
En primera aproximación, su proporción de empleo debe establecerse de acuerdo a las especificaciones del fabricante, debiendo posteriormente verificarse según los resultados obtenidos en obra o, preferentemente, mediante mezclas de prueba.
El empleo de los aditivos permite controlar algunas propiedades del hormigón, tales como las siguientes:
Trabajabilidad y exudación en estado fresco.
Tiempo de fraguado y resistencia inicial de la pasta de cemento.
Resistencia, impermeabilidad y durabilidad en estado endurecido.
Clasificación de los Aditivos de Hormigon
La norma ASTM C 494 “Chemical Admixtures for Concrete”, distingue siete tipos:
TIPO A : Reductor de Agua
TIPO B : Retardador de Fraguado
TIPO C : Acelerador de Fraguado
TIPO D : Reductor de agua y Retardador.
TIPO E : Reductor de Agua y Acelerador.
TIPO F : Reductor de Agua de Alto Efecto.
TIPO G : Reductor de Agua de Alto Efecto y Retardador
Es difícil imaginar un puente, carretera, viaducto, presa o edificio que en alguno de sus elementos componentes no haya utilizado el hormigón como material esencial para su construcción. En el siglo XXI, queremos construir más alto, más resistente, más durable. El hormigón está contribuyendo constantemente a alcanzar estos objetivos. Sin embargo esto no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda de los aditivos.