El bonsái no es una planta genéticamente empequeñecida, se mantiene pequeña mediante técnicas, como podando el tronco, las hojas y las raíces cada cierto tiempo, dependiendo de la especie.
El término bonsái procede de los vocablos japoneses bon (bandeja) y sai (planta) y cuyo significado literal sería: "planta en una bandeja". Los Bonsais son perfectos para decorar el living, la oficina, la cocina o cualquier otra habitación, ya que ocupan poco espacio y pueden ser colocados encima de una mesa o repisa.
A pesar de que cualquier especie de árbol o arbusto puede ser cultivada como bonsái, las más apreciadas por los aficionados son aquellas que poseen las hojas pequeñas de forma natural y además son resistentes al cultivo en maceta. Entre estas tenemos las especies de los géneros: Acer (arce), Pinos (pino silvestre), Ulmus (olmo), Ficus (higuera), Olea (olivo), etc.
Los Bonsáis poseen diferentes tamaños y dependiendo de este se suelen clasificar en miniatura, pequeño, medio y grande. Los cuidados que necesitan estos árboles en miniatura, son los mismos que necesitaría el mismo árbol si creciese en libertad. Sus necesidades de riego, abono y luz dependerán de la especie.
Crear un Bonsái, es un ejercicio de paciencia, producto de muchas horas y horas de trabajo, a través de muchos días, meses y años de dedicación por un artista de la horticultura. Pero la maravilla de este ejercicio de paciencia y dedicación es que cualquiera puede realizarlo. Si el bonsái se cultiva adecuadamente, sobrevivirá el mismo tiempo que un árbol normal de la misma especie, pero si lo hacemos de forma incorrecta, probablemente morirá.
El interés del cultivo del bonsái de debe a su amplio atractivo: puede llevarse a cabo a muchos niveles y por una variedad de motivos. Para algunos es un arte magnífico, para otros es de mayor interés como una forma especializada de horticultura. Puede ser de un interés totalmente absorbente o una afición que ocupe una parte del tiempo libre.
El cultivo de árboles como bonsái puede ser un pasatiempo terapéutico debido a la combinación de pensamiento creativo y contacto con la naturaleza.
El cuidado del bonsái requiere una relación diaria con los árboles a través del riego, el abonado y el cuidado diario, una manera de recordar constantemente los procesos naturales, y esto quiere decir que el cultivador tiene contacto siempre constante con ellos.
Historia del Bonsái
Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de adoración. De este modo, los bonsáis también aportaban un toque decorativo a los templos.
Los Bonsáis al contrario de lo que opina la mayoría de la gente, no son originarios de Japón, su origen está en China, de donde pasa a Japón en el siglo XII. En China se les conocía como Penzai y fue Rai Sanyô, poeta confucionista y amante del estilo chino el que utiliza por primera vez la palabra Bonsái, para referirse al arte de cultivar plantas enanas de una forma estéticamente agradable.
Fotos e Imágenes de Bonsáis
Fuente: https://jardindecora.blogspot.com/2012/01/los-bonsais.html