Las cúpulas geodésicas son unas estructuras de forma semiesferica, formadas por la unión de pequeños elementos triangulares que se ensamblan con facilidad y que al estar hechos de materiales ligeros permiten el techado de grandes espacios sin soportes.
Los triángulos forman elementos hexagonales y pentagonales, estos últimos son la clave para curvar la superficie. Los vértices deben coincidir todos con la superficie de una esfera o un elipsoide (si los vértices no quedan en la superficie, la cúpula ya no es geodésica). Las caras de una cúpula geodésica pueden ser triángulos, hexágonos o cualquier otro polígono.