La supervisión de obras tiene como atribuciones principales dirigir los procedimientos que hay que seguir para llevar a cabo una obra de construcción.
La supervisión de las obras forma parte de las funciones administrativas de la Dirección y del Control e implica revisar que el trabajo sea realizado de acuerdo a lo establecido en planos y especificaciones constructivas para contribuir a que se cumplan los objetivos del proyecto.
La supervisión o inspección de obra puede ser un factor determinante tanto para el éxito, como para el fracaso de un proyecto. Existe hoy día un gran número de construcciones con problemas estructurales y de servicio las cuales no son atribuibles a deficiencias del diseño o de los materiales, sino principalmente, al mal desempeño de la supervisión.
El Supervisor de Obra
El profesional, ya sea arquitecto o ingeniero, que desempeña el trabajo de supervisor de obra, no debe limitarse a tener muchos conocimientos técnicos, sino que esto debe ser complementado con habilidades interpersonales, y con valores y actitudes positivas. La interacción de muchas personas en una obra genera, en forma natural, conflictos que deben ser resueltos por la supervisión.
Para el cumplimiento de todo esto, el supervisor debe hacer un uso correcto de los medio de comunicación a su alcance, principalmente de la bitácora de obra. Por esto debe dominar las técnicas de la comunicación como un medio de lograr sus objetivos de dirección y control en el proyecto.
La supervisión de obra es responsable de que el tiempo de ejecución y la calidad correspondan con los planeados; y le corresponde ,junto al personal administrativo de la empresa, el ejercer el control de los costos. Además, la supervisión, como parte del equipo del contratista, tiene una responsabilidad legal y moral sobre la seguridad y la higiene del personal técnico y obrero asignado a la obra.
Por otra parte, el propietario de la obra también puede ejercer también la función de la supervisión a través de la denominada supervisión externa. Con la contratación de este servicio, el propietario pone dentro de la obra a un profesional –independiente del constructor– que lo representa, y cuya misión es garantizar que reciba el producto que corresponde a lo que ha contratado y paga.
Anotaciones que no deben faltar en la bitácora de una supervisión de obras
Algunas anotaciones que nunca deben faltar en la bitácora de una obra son:
– Constancia de las diversas verificaciones geométricas , tales como : trazos, niveles, escuadras, plomos, alineaciones, dimensiones de los elementos, etc..
-Reportar las mediciones de los diferentes conceptos constructivos cuya dimensión sea diferente a la de los planos, o que no estén contenidas en los mismos, como las profundidades de excavaciones o de los cimientos.
-Mediciones y pruebas realizadas a los diversos tipos de instalaciones, como las pruebas de presión en tuberías, mediciones de voltaje en conductores eléctricos, pruebas de temperaturas asociadas a equipos acondicionadores de aire, etc.
– Constancia de revisión de trabajos que son requisitos para la autorización del inicio de subsecuentes
actividades de importancia especial, tales como revisión de rellenos para la autorización de la
ejecución de los pisos, revisión de cimbras, armados e instalaciones para la autorización del inicio de los
colados de concreto, revisión de las pruebas de los recubrimientos y acabados especiales para la
autorización de su ejecución, etc..
-Constancia de los eventos de cualquier índole que se considere que pueden estar provocando un contexto diferente al existente en el momento del acuerdo contractual entre las partes, tales como fenómenos meteorológicos extraordinarios, cambios notorios en la situación económica del país, obstáculos en el avance del proyecto o interrupciones no previstas que la compañía constructora no tiene en sus manos evitar, etc..