Se le conoce como préstamo hipotecario a un crédito tradicional otorgado generalmente por una entidad financiera, con el objetivo de adquirir un terreno, un local comercial o una vivienda, con la garantía adicional del mismo inmueble que se adquiere. Este préstamo es concedido a una persona natural o jurídica.
El sistema de préstamo Hipotecario tiene la siguiente característica: al momento de otorgarte el dinero, la institución toma una propiedad real, como una casa o un apartamento, como garantía del préstamo. Si no realizas el pago del préstamo en la fecha establecida, de acuerdo a lo coordinado con el prestamista, el banco o caja procederá a quitarte el bien que hipotecaste, el cual pasará a su nombre sin posibilidad de retorno.
Recomendaciones a la hora de solicitar un Préstamo Hipotecario
1) Este préstamo puede ser peligroso si no cuentas con un respaldo que garantice el pago de la deuda en el plazo pactado.
2) Para obtener un crédito hipotecario, el valor del inmueble que deseas financiar debe superar los US$ 15,000. Este monto suele variar con el tiempo y para evitar confusiones, es mejor informarse directamente con la entidad bancaria de tu preferencia. La financiera te prestará hasta el 90% del monto que necesitas. A su vez, mientras el bien a hipotecar cueste más, podrás pedir más dinero.
3) Ten en cuenta que la propiedad que deseas financiar debe ser formal y estar inscrita en los Registros Públicos. La hipoteca de garantía del préstamo debe ser formalizada mediante escritura pública, de lo contrario no se podrá realizar el préstamo.
4) Elimina el prejuicio de que las condiciones del préstamo obedecen a una maniobra del banco para quedarse con tu propiedad. Recuerda, tu bien pasa a nombre de ellos porque no pudiste cumplir y ellos tienen que recuperar el dinero prestado pendiente de pago.
Una variante del préstamo hipotecario es el préstamo de construcción. La diferencia de este con el préstamo hipotecario es que es un préstamo a corto plazo, es decir por lo regular abarca de 6 a 12 meses, y se utiliza asolo para el financiamiento de la construcción. El préstamo hipotecario tiene un plazo que va desde 15, 30 o hasta 40 años de duración.
En el préstamo para la construcción, el proveedor espera hasta que estén consumadas las obras de construcción y el comodatario pueda habitar la propiedad. Entonces, es cuando debe terminarse de pagar el préstamo de no haberse hecho. En los préstamos de construcción, regularmente los pagos de los intereses son específicos. Esto hace más fácil todo para el prestatario, ya que el pago total se vuelve menor.
En las hipotecas por su parte, se va pagando mensualmente una parte del monto del pago correspondiente, a diferencia de los préstamos para la construcción, donde el plazo para el pago del monto total puede realizarse al finalizar la edificación.